Creer que el problema está donde no está: Una mirada más profunda desde la psicología
A veces, como familia, profesional o amig@ cercan@ a una persona con problemas de salud mental, como un TCA (Trastorno de la Conducta Alimentaria), tendemos a creer que el problema radica en la sintomatología visible, “Mi hijo no come absolutamente nada”, “ “Mi hija se mira demasiado al espejo todos los días, ¿sabes?”, “Cuando salimos a cenar fuera vas demasiadas veces al baño”, “Ya no quedas nada con los amigos”. Estos planteamientos son normales cuando lo que habla es la preocupación de ver a una persona querida sufrir.
Sin embargo, desde una perspectiva psicológica, es crucial entender que esto no es más que la superficie, la falta de ingesta de alimentos, el aislamiento social, etc. Esto, en realidad, no es el verdadero problema en sí mismo. El verdadero problema radica en lo que sostiene y alimenta esos síntomas visibles.
Imaginemos que el problema es como un iceberg. Solo vemos la punta, la parte que emerge del agua, que serían los síntomas y el diagnóstico. Pero debajo de la superficie, en las profundidades, se encuentran las causas y los factores subyacientes que sostienen el problema en su totalidad. Es en esta parte sumergida donde encontramos la clave para comprender y abordar realmente la situación.
Volviendo al ejemplo de los TCA, no son un problema con la comida, ni con la conducta alimentaria, son problemas que se manifiestan a través de esta sintomatología.
"El verdadero problema radica en lo que sostiene y alimenta esos síntomas visibles"
- El papel de los factores subyacentes: Detrás de un TCA hay factores emocionales, psicológicos y sociales que influyen en el desarrollo y la persistencia de estos síntomas. Estos factores pueden incluir experiencias traumáticas, dificultades en las relaciones, presiones sociales o una baja autoestima, entre otros. Comprender y abordar estos factores subyacentes es esencial para acompañar a la persona.
- La importancia del enfoque holístico: Al reconocer que el problema está más allá del diagnóstico y los síntomas visibles, es necesario adoptar un enfoque holístico para el tratamiento. Esto implica abordar no solo los síntomas, sino también los factores subyacentes y la persona en su totalidad: sus emociones, pensamientos, experiencias pasadas y el entorno en el que se desenvuelve. La atención debe centrarse en promover la salud mental en todas las áreas de la vida y aquí, tanto profesionales, familia y amigos tenemos que trabajar en equipo.
- La necesidad de apoyo integral: Superar TCA requiere un enfoque integral que incluya el apoyo de profesionales como psicólogos, nutricionistas, endocrinos, etc., familia, amigos, pareja…. Por un lado, los profesionales pueden ayudar a explorar y abordar los factores subyacentes, ofrecer estrategias de afrontamiento efectivas y brindar el apoyo necesario para lograr una recuperación sólida. Pero para los círculos sociales de la persona también los profesionales están disponibles para asesorar en cómo acompañar a las personas.
En resumen, creer que el problema se limita al diagnóstico o a los síntomas visibles es limitante. Es fundamental comprender que estos problemas de salud mental son complejos y están arraigados en factores subyacentes. Abordarlos de manera efectiva requiere un enfoque holístico y un apoyo integral.
Al profundizar y mirar más allá de lo que está a simple vista, podemos encontrar las respuestas y soluciones necesarias para la recuperación y el bienestar emocional.