Cómo acompañar a una persona en su proceso terapéutico: Guía Práctica

Cuando alguien de nuestro alrededor nos dice que va a empezar un proceso terapéutico nos suenan todas las alarmas: ¿Qué le pasará? Necesito que me lo cuente para ayudarle. Inclusive a veces nos enfadamos porque la persona no nos comunica nada. Tranquil@, es normal. 

Acompañar a alguien en su proceso terapéutico implica ofrecer un apoyo auténtico, comprensivo y compasivo. Aquí te voy a dejar una guía práctica en formato de lista para comprender qué es acompañar y qué no es acompañar desde el punto de vista de la psicología. 

¿Qué es acompañar?

  • Escucha activa: Presta atención plena a lo que la persona te está compartiendo, sin interrupciones ni juicios. Permite que se sienta escuchada y comprendida. «Es importante lo que dices, no tengo prisa, tómate tu tiempo y cuéntame. Estoy aquí para escucharte sin juzgar ni interrumpir»
  • Empatía genuina: Intenta comprender cómo se siente la persona y muestra interés sincero en su experiencia única. Ponerte en su lugar sin juzgar o minimizar sus emociones es fundamental. «Es difícil por lo que estás pasando, aún así, quiero que sepas que estoy aquí para ti”.
  • Validación y aceptación: Valida los sentimientos y las experiencias de la persona, reconociendo que cada uno tiene su propia realidad y que sus emociones son válidas. Acepta a la persona tal como es, sin juzgar ni estigmatizar. «Lo que estás sintiendo es completamente normal, estoy aquí para apoyarte».
  • Apoyo emocional constante: Sé una presencia constante y comprensiva en el camino de la persona. Bríndale tu apoyo emocional incluso en los momentos difíciles. Recuerda que el proceso terapéutico lleva tiempo y es importante ser paciente. «Pase lo que pase, puedes contar conmigo. Estoy aquí para ti en los buenos y malos momentos. No estás solo/a en este camino».
  • Respeto y comprensión: Respeta los tiempos y decisiones de la persona. No la presiones para cambiar o recuperarse rápidamente. Comprende que cada uno tiene su propio ritmo y respeta su autonomía en el proceso de terapia. «Respeto tus decisiones y tiempos. No te presionaré para que hagas algo que no estés listo/a. Confío en que sabes lo que es mejor para ti en tu proceso de terapia», “No necesito que estés bien ya”.
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¿Qué NO es acompañar?

  • Dar soluciones o consejos rápidos: Evita ofrecer soluciones rápidas o consejos sin tener en cuenta la perspectiva y las necesidades de la persona. No trates de «arreglar» sus sentimientos, sino de estar presente para apoyarla. «Si  hicieras esto, todo estaría mejor. Deberías intentarlo, eso te ayudará a superarlo rápidamente.»
  • Juzgar o estigmatizar: Evita juzgar o estigmatizar las experiencias de la persona. No hagas comentarios despectivos o minimices sus sentimientos. En su lugar, muestra comprensión y aceptación. «¿Por qué no puedes simplemente superarlo? Hay personas que están en situaciones peores y lo han superado. No deberías sentirte así por esa tontería.»
  • Controlar o dirigir: No intentes controlar el proceso terapéutico ni dirigir las decisiones de la persona. Respeta su autonomía y permite que tome sus propias decisiones, siempre y cuando no haya peligro inmediato para su bienestar. «Deberías hacer terapia con este terapeuta en particular, es el mejor en el campo. Deberías tomar este medicamento específico, te ayudará a resolver tus problemas más rápido.»
  • Impacientarse o presionar: No te impacientes ni presiones a la persona para que se recupere rápidamente. El proceso terapéutico lleva tiempo y cada individuo tiene su propio ritmo. Sé paciente y respetuoso. «¿No deberías estar mejor a estas alturas? Ya ha pasado bastante tiempo desde que comenzaste la terapia. Deberías esforzarte más para avanzar más rápido.»
  • Descuidar el apoyo práctico: Además del apoyo emocional, también puedes ofrecer ayuda práctica. Pregunta a la persona si hay algo específico en lo que necesite apoyo, como buscar recursos terapéuticos o acompañarla a las sesiones. «No te preocupes por buscar recursos terapéuticos, solo enfócate en tus sesiones. No necesitas ayuda práctica, solo necesitas trabajar en tus emociones y pensamientos.»

 

Frases que es mejor evitar en base a los puntos mencionados:

Dar soluciones o consejos rápidos: «Si tan solo hicieras esto, todo estaría bien. Deberías intentar X método, eso te ayudará a superarlo rápidamente.»

Juzgar o estigmatizar: «¿Por qué no puedes simplemente superarlo? Hay personas que están en situaciones peores y lo han superado. No deberías sentirte así por algo tan insignificante.»

Controlar o dirigir: «Deberías hacer terapia con este terapeuta en particular, es el mejor en el campo. Deberías tomar este medicamento específico, te ayudará a resolver tus problemas más rápido.»

Impacientarse o presionar: «¿No deberías estar mejor a estas alturas? Ya ha pasado bastante tiempo desde que comenzaste la terapia. Deberías esforzarte más para avanzar más rápido.»

Descuidar el apoyo práctico: «No te preocupes por buscar recursos terapéuticos, solo enfócate en tus sesiones. No necesitas ayuda práctica, solo necesitas trabajar en tus emociones y pensamientos.»

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Acompañar en un proceso terapéutico implica estar presente, escuchar activamente, practicar la empatía genuina, validar las experiencias de la persona y ofrecer un apoyo constante y respetuoso.

Recuerda que cada persona es única y necesita un acompañamiento personalizado en su camino hacia la salud mental. Ahora que ya tienes las herramientas, puedes pedir a un profesional que te ayude con esto. No es fácil acompañar a alguien, a veces la preocupación y el cariño es tan grande que podemos equivocarnos.

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